Los caracoles se mueven con lentitud alternando contracciones y elongaciones de su cuerpo. Producen baba para ayudarse en la velocidad reduciendo el roce y permitiéndoles el desplazamiento por zonas de elevada pendiente debido a lo pegajoso del mismo. Esta mucosidad contribuye a su regulación térmica; también reduce el riesgo del caracol ante las heridas y las agresiones externas, principalmente bacterianas y fúngicas, y los ayuda a ahuyentar insectos peligrosos como las hormigas. La baba sirve además al caracol para desprenderse de ciertas sustancias tóxicas como los metales pesados.
Y esto ha sido todo sobre los caracoles. Esperamos que os guste y hasta la próxima.
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